Señor Presidente, no lo deje afuera
Por: Nèlsido Herasme
No
tenemos que arrodillarnos ante el Mandatario de la nación para pedirle que no
deje fuera del tren militar al general Gilberto Santiago Delgado Valdez, porque
el testimonio de vida de este noble hombre de armas habla por si solo.
Gibo
es una persona joven, quien a penas cuenta con 50 años de edad, a quien
conocemos desde muchacho en el barrio, en cuyos inicios como cadete de la
fuerza aérea ha demostrado que es un guardia de los pies a la cabeza.
Gibo,
quien le ha rendido honor y pleitesía al escalafón militar, no está cabildeando
un puesto, pero se actuaría con niveles de injustice si lo sientan.
Los
puestos que ha ostentado en el marco de su prolífica carrera, se lo ha ganado a
fuerza de tropiezo, trabajo y sacrificio.
A
Gilberto Delgado lo vimos combatir el narcotráfico cuando se desempeñó como
encargado militar en el Aeropuerto Internacional de las Américas y coordinador
de operativo de la DNCD,
hasta alcanzar la presidencia de este importante organismo antidrogas. Luego
ocupó el viceministerio de la
FFAA y más tarde la Jefatura de la Fuerza Aérea
Dominicana.
Gilberto
Delgado, es piloto, con un vigoroso Diplomado en Estado Mayor (DEM); en el
extranjeros realizó innumerables cursos, cuyos resultados le permitieron
obtener medallas y cascabeles que hoy exhibe con la sagrada satisfacción del
deber cumplido.
En
la Jefatura
de Estado Mayor de la FAD,
Gibo deja sus huellas indelebles, aplicando un Plan Estratégico Institucional,
que consistió en mejorar las condiciones de vida material del soldado y sus
familiares, el cual contó con la ayuda de los Ministerio de las Fuerzas
Armadas, Educación, Obras Públicas y la Oficina Supervisora
de Obras del Estado.
Entre
las obras que deja Gibo está la ampliación del Colegio Militar Nuestra Señora
del Perpetuo Socorro, que recibe 24 aulas nuevas; la pavimentación del Taxi Way
de la pista de aterrizaje; pavimentación del parqueo del Club Recreativo para
Oficiales; construcción de edificación de 2 niveles del C3; mejoramiento de las
estructura del invernadero; construcción del dispensario médico del Bonito, San
Isidro, entre otras.
Si
el honorable señor presidente de la República entiende que este militar es aun necesario,
entonces que no lo deje afuera.
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