Después de haber conocido al Dios de las luces en mi navegar por esta urbe, por par de décadas. Se apropia en mi interior un sueño. Es un sueño que jamás podrá ser real en mi vida. Se lo he comunicado a mi esposa y le he dicho; Lo único que me hace estar todavía en esta ciudad son Ustedes.
Tú, mi amada esposa y Gabriela la última zurrapa que me dio el creador. Mi esposa me mira con cara de, te iras solo y me hace esta pregunta ¿Te irías para la capital o para Villa Jaragua. Solo le conteste, tu sabe dónde está mi corazón después de Dios. Sí; mi pueblo, es mi último reposo antes de partir de esta dimensión. Le dije; pero es imposible irme para allá. ¿Por qué? Le dije porque mis amigos jamás volverán a irse para allá; quienes pregunta ella. Le conteste; Papi Eco, Baito, Kuquito el de Alfredo, Danny Mendez, Ruben el de Oneida, Bernabel y todos aquellos amigos con quienes fui feliz en mi tierra. Si es así, pues nunca podrá regresarte, claro regresaría; pero me harían muchísima falta, la sastrería de Fanfy, la sastrería de Isa y Telly, me haría falta de nuevo ser partícipe de las jugadas de tablero bajo la mata de almendra de Amado Méndez. Pero sobre todo, los montes para irme de cacería con mi tirapiedras.
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