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SI BABEA DEMASIADO
La lactancia es la etapa de gran salivación. Los bebés y los niños pequeños babean con mayor o menor intensidad. La salibación abundante los ayuda a tragar y a digerir. Al rededor de los 4 meses, cuando comienzan a brotarle los dientes, el babeo aumenta y es posible que siga siendo abundante hasta siete meses más tarde.
Recordemos que el primer año de vida, y también en el segundo, el proceso de detención continúa, y a muchos padres les parece que el babeo nunca terminará. Pero este debe evaluarse. Si es excesivo, podría tratarse de un mal funcionamiento motor, un problema de coordinación neurológico que afecta la boca y la garganta, y podria llevar a dificultades al comer y retrasos en el lenguaje. Los bebés que babean demasiado y pierden mucho líquido al alimentarse o se atragantan excesivamente, deben ser evaluados. Si esto sucediera es conveniente que lo vea un patólogo del lenguaje.
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