El Básquet Callejero del Almirante.

Por: Lilis Batista

Santo Domingo: Como cada tarde al llegar a mi casa
me encuentro con una escena
que ya me resulta muy familiar; grupo de jóvenes Jugando
Basket Ball en la calle,utilizando en lugar de la cancha
profesional que resultaría ideal, un simple canasto
empotrado sobre un poste de tendido eléctrico.

La escena se repite ante mis ojos indiferentes de forma
cotidiana cada tarde hace un par de años, pero esta vez
me detuve a mirarlos alcanzar altísimos niveles de emoción.
Y vi mucho más que el impresionante derroche de adrenalina
que antes me pasaba inadvertida.

Me pareció sumamente más que interesante, importante. Ya que
ciertamente saltan a la vista una lista de beneficios para la juventud
y la sociedad en general.

Dicen que aleja a los jóvenes de los vicios y
los mantiene en buena forma físicas y de salud,
beneficia el buen humor y las relaciones humanas
ya que une a los distintos jóvenes del sector, en
un sano compartir y competir.

 A simple vista es un juego caótico y realengo, pero
en verdad realice una investigación que arrojo un
sorprendente resultado.

 Es un deporte practicado en una modalidad que ellos
denominan como “Kiam Americano” en virtud de lo cual el ganador surge cuando el
primero de los competidores anote 21 puntos, según me lo explicó uno
de los jugadores conocido como “el profesor Juan Salas”.

En el kiam, se integran niños, Jóvenes y adultos los cuales disfrutan,
pelean, se dan golpes y hasta caen al suelo tratando de insertar la
bola. Otros participan como observadores. Las madres están tranquilas,
sabiendo con exactitud donde están sus hijos, y haciendo que.

 Es además una forma apropiada de quemar calorías y agotar el exceso de
energía propio de la juventud.

 No parece necesitarse de un entrenador ni un horario establecido para
jugar simplemente se integra según van llegando al lugar. El juego se
ve entretenido y dinámico porque, en esta modalidad, se juega de forma
individual y cada participante defiende su puntaje.

 En verdad, el básquet realengo comenzó a llamar mi atención esta tarde
cuando escuche a “Carlos”, el más pequeño de los jugadores, quien
expresó lo siguiente: “El almirante es un barrio tranquilo y juego
cada tarde en esta calle”. “Gracias al juego evito pensar en cosas
malas o hacer lo mal hecho”.