Emplazan al gobierno por el
Lago Enriquillo
Un sacerdote del lugar dijo que hace 17 días que prometieron iniciar las
obras necesarias, pero todavía las autoridades no las han comenzado
Sacerdotes, síndicos, agricultores y representantes de varias entidades de la región Enriquillo emplazaron ayer al gobierno a iniciar la próxima semana la solución a los problemas ocasionados por el desbordamiento del lago o de lo contrario cerrarán la frontera y paralizarán las actividades. Ayer, residentes en la zona realizaron una vía crucis por las calles de Jimaní a fin de llamar la atención de las autoridades que habían prometido iniciar una serie de obras, pero que se han quedado en anuncios.
Sacerdotes, síndicos, agricultores y representantes de varias entidades de
la región Enriquillo emplazaron ayer al gobierno a iniciar la próxima semana
la solución de los problemas ocasionados por el desbordamiento del lago o de lo
contrario cerrarán la frontera y paralizarán las actividades.
Ayer los residentes realizaron un vía crucis por las calles de Jimaní a fin de llamar la atención de las autoridades que habían prometido iniciar una serie de obras, pero que se han quedado en anuncios.
El padre Juan Francisco Féliz, vicario de la diócesis de Barahona y vocero de las parroquias de la zona del lago, dijo que el vía crucis se realizó en vista de que han transcurrido 17 días desde que se prometieran las obras y aún no han recibido respuestas.
Deploró que justo cuando se anunciara la protesta pacífica, el gobierno mandara a repartir fundas de alimentos como forma de contrarrestar.
“No queremos funditas queremos el dique, que se canalice el río, que se haga el desagüe por el puente de Canoa y la reubicación de los agricultores y ganaderos que han perdido sus propiedades”, expresó Féliz.
Además demandan la condonación de las deudas que tienen los productores con Conaleche y el Banco Agrícola.
El cura estima en más de 1,000 los pequeños agricultores y ganaderos afectados, luego que el lago Enriquillo se apoderara de casi 300,000 tareas de tierras sembradas de plátanos, yuca, frutos menores y de pasto para el ganado.
A medida que pasan los días la desesperación se apodera de los residentes próximos al lago, ya que al aproximarse la temporada de lluvia la situación empeoraría y algunos pueblos podrían desaparecer, advierte el sacerdote.
Para el domingo 22 los comunitarios de Baoruco e Independencia harán otro encuentro y si para entonces no hay acciones concretas se pasará a las protestas a través de la paralización de las actividades en la frontera, advirtió el sacerdote.
“El presidente al parecer no quiere entender; es que es muy fuerte el problema que tenemos aquí”, expresó el padre Féliz.
La situación de inundación del lago lleva más de seis meses.
Promesas
Hace más de dos semanas que el gobierno prometió iniciar las obras que ayudarían a bajar las aguas de varios afluentes que van a parar al lago, por lo cual está desbordado. Sin embargo nada se ha iniciado, lo que mantiene indignados a los cientos de productores y ganaderos afectados con la salinización e inundación de sus predios.
Ayer los residentes realizaron un vía crucis por las calles de Jimaní a fin de llamar la atención de las autoridades que habían prometido iniciar una serie de obras, pero que se han quedado en anuncios.
El padre Juan Francisco Féliz, vicario de la diócesis de Barahona y vocero de las parroquias de la zona del lago, dijo que el vía crucis se realizó en vista de que han transcurrido 17 días desde que se prometieran las obras y aún no han recibido respuestas.
Deploró que justo cuando se anunciara la protesta pacífica, el gobierno mandara a repartir fundas de alimentos como forma de contrarrestar.
“No queremos funditas queremos el dique, que se canalice el río, que se haga el desagüe por el puente de Canoa y la reubicación de los agricultores y ganaderos que han perdido sus propiedades”, expresó Féliz.
Además demandan la condonación de las deudas que tienen los productores con Conaleche y el Banco Agrícola.
El cura estima en más de 1,000 los pequeños agricultores y ganaderos afectados, luego que el lago Enriquillo se apoderara de casi 300,000 tareas de tierras sembradas de plátanos, yuca, frutos menores y de pasto para el ganado.
A medida que pasan los días la desesperación se apodera de los residentes próximos al lago, ya que al aproximarse la temporada de lluvia la situación empeoraría y algunos pueblos podrían desaparecer, advierte el sacerdote.
Para el domingo 22 los comunitarios de Baoruco e Independencia harán otro encuentro y si para entonces no hay acciones concretas se pasará a las protestas a través de la paralización de las actividades en la frontera, advirtió el sacerdote.
“El presidente al parecer no quiere entender; es que es muy fuerte el problema que tenemos aquí”, expresó el padre Féliz.
La situación de inundación del lago lleva más de seis meses.
Promesas
Hace más de dos semanas que el gobierno prometió iniciar las obras que ayudarían a bajar las aguas de varios afluentes que van a parar al lago, por lo cual está desbordado. Sin embargo nada se ha iniciado, lo que mantiene indignados a los cientos de productores y ganaderos afectados con la salinización e inundación de sus predios.
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