viernes, 3 de febrero de 2012

Víctor Díaz Méndez in memoriam

Por: Nélsido Herasme

Un gran líder latinoamericano, con suficiente autoridad, es quien ha dicho que la historia es la que se encarga de absolver a los hombres, porque estos pasan por la tierra, pero sus hechos permanecen por siempre.

Hace 20 años, un 31 de enero de 1992, en el municipio de Villa Jaragua, don Víctor Díaz Méndez inclinó su rostro para volverse eterno y quedarse en el corazón de su pueblo.

Familiares, amigos y todo el que conoció a don Víctor Díaz, hoy lo recuerdan como un líder emprendedor, un ser humano ejemplar y una persona de muchas luces que por amor hizo grandiosos aporte al desarrollo que hoy experimenta la comunidad de Villa Jaragua.

Independientemente de la ideología política que profesó, Díaz Méndez se entregó por entero a la causa de progreso y desarrollo de su pueblo. Víctor Díaz es el insigne hombre de las iniciativas, el que junto a un grupo de amigos selectos formó los comités de desarrollo y se dispuso abrir los surcos, los caminos, las trochas y construir las carreteras para acortar las distancias entre sus residentes.

Tierras, animales y canales de riego para los agricultores; escuelas para la juventud estudiosa, parques de recreación y la siembra de árboles de sombras y frutales, se debe al noble aporte de su “patricio local”.

Si hoy Villa Jaragua da la bienvenida a sus visitantes, es porque a la vista les ofrece parques, iglesias, calles, balnearios con la promesa de dar el salto de garrocha hacia el bienestar colectivo.

Ayer fuimos Barbacoa, luego José Trujillo Valdez y hoy somos el pujante municipio de Villa Jaragua, gracia a las emprendedoras iniciativas de don Víctor Díaz, que junto a otros hombres de luces y liderazgos como don Javier Herasme, Cheché Rivas, Amado y Francisco (Pancho) Méndez, entre otros.

Víctor Díaz ocupó los cargos de síndico del distrito municipal y juez de paz de Villa Jaragua; síndico del distrito municipal y oficial del estado Civil de Vicente Noble; sindico del distrito municipal de Pedro Santana, en Elías Piña; director de Riego en Neyba e inspector de la presidencia de la República.

No solo Villa Jaragua saboreó la exquisitez del trabajo de Víctor Díaz, sino otros pueblos de provincias, recibieron el calor de la mano amiga y solidaria de este grandioso ser humano, cuyos meritos fueron reconocidos en su justo momento como hijo meritorio de la provincia Bahoruco, cuyas facultades lo convirtieron en líder que lo llevó a trazar la estructura de su pueblo natal.

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